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La Provincia Norte tiene un clima típicamente saheliano con temperaturas muy altas durante el invierno. El paisaje llano, marcado por la sabana, bosques de acacias, y algunos baobabs solitarios, está salpicado por montes de rocas graníticas. Esta especie de ‘archipiélagos’ orográficos, albergan a los últimos pueblos animistas de la región. Junto a la riqueza etno-cultural, el Norte alberga algunos de los espacios protegidos más importantes de Camerún. Los Parques Nacionales de la Benoué, Faro y Bouba-Njidah, son auténticos paraísos todavía sin explotar por el turismo de masas.
Garoua, la capital administrativa de la provincia, es una excelente base logística para visitar los diferentes parques de fauna, los poblados de montaña, o los campamentos nómadas de los ganaderos mbororo.
La ciudad de Garoua está muy bien conectada con el resto del país gracias a su aeropuerto internacional. La compañía Camair conecta Douala y Yaoundé con Garoua, varias veces por semana. Los que lleguéis del Sur vía ferrocarril, podéis coger alguno de los buses o minibuses que salen constantemente de Ngaounderé, en dirección a Garoua. Las principales poblaciones del Norte están bien conectadas a diario vía minibús, pero si queréis llegar hasta una zona más remota o alguna población pequeña tendréis que tomar un taxi-brousse, o alquilar un vehículo privado.
GAROUA
La capital del Norte es una ciudad rica, con varias fábricas estatales (tejidos y cerveza), un puerto fluvial, y un aeropuerto internacional que la conecta al mundo. A pesar de no tener grandes atractivos turísticos, Garoua dispone de una buena infraestructura hotelera, varias gasolineras, bancos, y un mercado muy bien surtido.
Algunos puntos urbanos de interés serían las farmacias tradicionales frente al mercado artesanal, el moderno Lamidato (intentad conocer al Lamido!), y algunas calles antiguas que sobrevivieron a la ‘modernidad’ de los años sesenta. Si el casco urbano os agobia siempre podéis acercaros hasta el gran puente sobre el Río Benoué para ver a los pescadores en sus tareas. Para llegar al río pasaréis por al lado de la imponente fábrica nacional de cervezas. Si bajáis por uno de los laterales del puente llegaréis hasta una especie de mercadillo popular donde unos jóvenes se encargan de alimentar a los hipopótamos del Benoué que son atraídos con silbidos hasta la orilla.
Datos útiles:
Bancos: La mayoría de entidades bancarias están situadas a lo largo de la calle Central.
Hospitales: Los centros médicos más importantes de Garoua, están ubicados en la calle del Hospital Provincial
Internet: En la calle Central y delante del palacio del Lamido encontraréis varios cyber-cafés.
Farmacias: La farmacia ‘du Grand Marché’ y ‘du Nord’ son las más céntricas.
Correos: La ‘poste central’ se encuentra en la Avenida Mathey.
Supermercados: Al principio de la calle Central, justo al lado de las gasolineras, encontraréis el gran supermercado Tigre.
LOS LAMIDATOS
Un Lamidato es un sistema de gobierno islámico de origen feudal con una estructura de gobierno piramidal. El Lamido es el soberano y está a la cabeza de dicha organización administrativa. La palabra Lamido, en plural Lamibé, es una variación local (fulfuldé) de la palabra árabe Emir, que significa jefe religioso.
Este antiguo sistema de gobierno ha sobrevivido a la colonización, ya que pesar de estar supeditados al gobierno de la República, los Lamidos siguen ejerciendo su poder en gran parte del Norte de Camerún.
PUEBLOS FALI
Las montañas al norte de Garoua albergan a una serie de pueblos conocidos como fali. Los que os intereséis por las culturas tradicionales podéis dedicar unos días a visitar el ‘País Fali’. A 45km. de Garoua, pasado el pueblo de Gaschiga, llegaréis hasta Ngoutchoumi, pueblo compuesto por casas dispersas, habitado por los fali-ngoutchoumi. Esta etnia sigue practicando los ritos animistas y las ceremonias ancestrales a pesar de las influencias externas. Otros pueblos que valen la pena ser visitados son Toro y Ram, donde algunas mujeres mayores todavía llevan incrustados en los labios y la nariz los ‘piercings’ tradicionales. En la zona de los fali-kangou djalou, conocidos por la costumbre local de limarse los dientes en punta, hay unas rocas con grabados rupestres.
Si llegáis hasta Bossoum, a medio camino entre Guider y Mayo Oulo, podéis hacer una excursión hasta el pequeño pueblo de N’gola, uno de los últimos núcleos habitados del Peske Bori. Después de unas 3 horas de marcha llegaréis hasta este antiguo pueblo fali, dónde podréis pasar la noche.
PRESA DE LAGDO
A 30km. de Garoua encontraréis la gran presa hidroeléctrica de Lagdo. Sus aguas contienen grandes cantidades de peces, así como una colonia de hipópotamos y muchas especies de aves acuáticas.
A las orillas del lago encontraréis el pintoresco Hotel Lagon Bleu ubicado estratégicamente frente a las islas del embalse. También se pueden alquilar piraguas para recorrer el lago y sus islas.
PAÍS GUIDAR Y LAS GARGANTAS DE KOLA
Las características geológicas del ‘País Guidar’ han a atraído varias empresas picapedreras y cementeras a la zona. Destaca la imponente fábrica de cemento de Figuil, a pocos kilómetros de Guider. Si decidís ir al Extremo Norte por los Montes Mandara pasaréis por Guider, capital del pueblo guidar.
Otro atractivo que ofrece el territorio de los guidar son las Gargantas de Kola. La erosión del río ha creado una profunda falla de unos 20mts. de altura en un suelo granítico, blanco y negro. Este paisaje surrealista bien merece una visita.
LAMIDATO DE REY BOUBA
A 120 kilómetros de Garoua podéis visitar uno de los palacios de estilo sudanés más bien conservados y espectaculares de Camerún. El Lamidato de Rey Bouba fue construído en el siglo XVIII y actualmente está catalogado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
PISADAS DE DINOSAURIO
Dentro del territorio del Lamidato de Rey Bouba los paleontólogos han localizado 240 pisadas de dinosaurios fosilizadas, datadas en 120 millones de años. La zona conocida como Manangia, en el departamento de Mayo Rey, es donde se encuentran la mayoría de estos vestigios jurásicos.
PAÍS DOWAYO Y MONTES DE POLI
A la altura del pueblo de Gouna, donde se celebra un pintoresco mercado los martes, encontraréis una encrucijada de carreteras conocida ‘Carrefour Poli’. La pista que queda a mano derecha, si vienes de Garoua, os llevará a Poli, capital del Departamento de Faro. La pista de tierra rojiza resulta complicada en época de lluvias si no disponéis de un todoterreno y muy polvorienta durante la época seca.
Pasado el pueblo de Hoy empezamos a descender y entramos en el ‘país dowayo’, conocido por la popular novela antropológica del inglés Nigel Barley. Esta etnia vive en pequeñas cabañas aisladas las unas de la otras, sin llegar a formar pueblos compactos.
CAMPAMENTOS MBORORO
Varios clanes de la etnia mbororo provenientes de la vecina Nigeria se han ido estableciendo a lo largo de la pista que une Carrefour Poli con Fignolé. Para visitar alguno de sus campamentos nómadas, compuestos de varias chozas en forma de iglú, deberéis parar el coche e intoduciros en ‘la brousse’, o sea, andar durante un rato entre hierbas altas y cortantes para llegar hasta los campamentos. Una vez más, la presencia de un guía facilita enormemente el contacto con este pueblo que no habla francés ni inglés, sólo su dialecto fulfuldé. La ‘aventura’ de visitar uno de estos campamentos y convivir durante unas horas con ellos es muy recomendable ya que es un pueblo único por su forma de vida errante y por su belleza física.
MONTES ALANTIKA
Los montes que separan Camerún de Nigeria en esta zona son conocidos con el nombre de ‘Alantika’, que significa allá donde Alá no ha llegado. Si queréis tener una experiencia ‘fuerte’, descubriendo el Àfrica ancestral, esa que tiende a desaparecer, tenéis que llegar hasta los Montes Alantika. Llegar hasta allí es complicado y costoso (4x4, porteadores, botellas de agua, latas de conserva etc.), pero si disponéis de tiempo y ganas podéis proponeros descubrir esta ‘última frontera’.
Aparte de los bellos paisajes lo más atractivo de estos montes son sus habitantes. Tanto los koma como los tchamba (ver pag) son etnias muy aferradas a sus tradiciones. Si visitáis estas montañas entre los meses de diciembre y enero podréis presenciar las danzas relacionadas con la celebración de la cosecha y del trillo.
En los últimos años algunas agencias especializadas han empezado a adentrarse en los montes con grupos reducidos de turistas. Este hecho ha provocado, inevitablemente, que los koma reclamen dinero para poder fotografiar estas ceremonias.
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